Ideas para sujetar una sombrilla y que no se vuele en días de viento

Las sombrillas son las aliadas perfectas para disfrutar de cualquier espacio exterior en días soleados. Tanto en un jardín privado como en la terraza de un bar, las sombrillas permiten alternar sol y sombra en función de las preferencias de cada momento, creando un entorno más cómodo y agradable incluso en las horas de más calor.

Sin embargo, cuando hace viento empiezan los problemas, ya que si la sombrilla no está bien sujeta puede volarse o caerse, provocando daños materiales e incluso accidentes. Por eso, en este post vamos a darte varias ideas para sujetar una sombrilla, así como una serie de sencillos consejos para evitar que se vuele.

¿Cómo sujetar una sombrilla en la terraza? 

Para comenzar, vamos a explicar cuáles son los métodos más frecuentes para sujetar una sombrilla de terraza, para que puedas elegir el que más te convenga:

• Base con peso: es la solución más práctica y extendida, y también nuestra favorita, por lo que te hablaremos de ella con detalle más adelante. Por ahora, quédate con que es la opción más fácil de colocar, además de permitirte mover la sombrilla en función de las necesidades de cada momento.
• Anclaje fijo al suelo: es una alternativa útil en el caso de que no vayas a mover tu sombrilla, dado que consiste en empotrar una pieza metálica, normalmente de acero inoxidable, en el suelo, sobre la que se fija el mástil de la sombrilla. Esta solución ofrece mucha estabilidad y elimina el riesgo de que la sombrilla vuelque, aunque requiere instalación profesional y es más cara que una base móvil.
• Abrazaderas: se trata de una sujeción que se fija a barandillas, muros o incluso mesas, manteniendo la sombrilla estable sin ocupar superficie en el suelo. Sin embargo, debes asegurarte de que el soporte sea compatible con el grosor del mástil de la sombrilla. Además, este sistema no suele ofrecer tanta estabilidad como los anteriores.
• Sistemas empotrables o con anclaje oculto: es una alternativa moderna que consiste en integrar la base dentro del pavimento o bajo una tarima. Aunque permite mantener la estética de la terraza sin elementos visibles y ofrece una gran resistencia, requiere cierta obra y, por tanto, es la solución más cara de todas las propuestas.

Bases para sujetar sombrillas: la solución definitiva

Las bases para sombrillas son, sin duda, la opción más versátil y equilibrada para conseguir que tu parasol no se vuele en días de viento. En primer lugar, se trata de una solución que te permite reubicar la sombrilla cada vez que lo necesites, simplemente quitando las bases, moviéndola y volviéndolas a colocar una vez elegida la nueva ubicación.

Además, la manera de colocarlas es muy sencilla y podrás hacerlo tú mismo sin problema, teniendo cuidado de no hacerte daño con ellas, dado que son bastante pesadas. En este sentido, al no requerir ningún tipo de instalación ni asesoramiento para utilizarlas, son una de las opciones más económicas.

La única alternativa que puede compararse con las bases a nivel de precio son las abrazaderas laterales, pero estas ofrecen mucha menos estabilidad. Y es que, pese a ser móviles, las bases proporcionan una gran resistencia, consiguiendo que tu sombrilla no se mueva en absoluto gracias a su peso.

Además, existen bases de distintos materiales, diseños y pesos, que deberás considerar en función del tipo de sombrilla, la exposición al viento y la estabilidad que desees. Las principales alternativas son:

• Bases de hormigón: son las más resistentes y recomendables para asegurar una buena sujeción. Se trata de una sola pieza de hormigón cuyo peso natural evita movimientos bruscos y proporciona una excelente sujeción. Aunque las hay de diferentes pesos, suele ser suficiente con una de 25 o 30 kilos, pero esto siempre dependerá del tamaño de tu sombrilla.
• Bases rellenables: se trata de bases de resina o plástico que pueden rellenarse con agua o arena. Aunque son más fáciles de manejar cuando están vacías, tendrás que encargarte de llenarlas y vaciarlas, por lo que su uso es algo menos cómodo.
• Bases con ruedas: una alternativa especialmente práctica para terrazas o patios en los que se quiera cambiar con frecuencia la ubicación de la sombrilla. Las ruedas permiten moverla sin esfuerzo y suelen incorporar frenos para mantener la sombrilla fija una vez colocada.
• Bases cruzadas: en el caso de sombrillas que tengan el pie en forma de cruz, necesitarás bases que se adapten a este tamaño. También pueden ser de hormigón o rellenables y, generalmente, suelen usarse dos, colocando una en cada lado para asegurar la estabilidad de la sombrilla.

¿Cómo evitar que se vuele la sombrilla? Consejos clave

Pero además de escoger la base adecuada, también hay que llevar a cabo una serie de prácticas para asegurar que tu sombrilla no se caiga ni se vuele en días de viento fuerte. A continuación, te contamos cómo fijar tu sombrilla de jardín siguiendo unos sencillos consejos:

• Escoge una sombrilla de buena calidad: lo más importante es que compres una sombrilla resistente, fabricada con materiales de calidad que aseguren su estabilidad, así como su resistencia al exterior. Para la estructura, lo mejor es apostar por el aluminio, un material económico a la par que resistente, mientras que para las partes de una sombrilla que son tela, el poliéster es la mejor opción, con un grosor recomendado de 180 gr/m2.
• Elige bien la ubicación: sitúa la sombrilla en zonas más bien protegidas del viento, preferiblemente junto a una pared o valla que actúe como barrera natural. Es preferible evitar las áreas muy expuestas o en altura, donde las ráfagas de viento son más intensas.
• Adapta el peso de la base: asegúrate de que el peso de la base sea proporcional al diámetro y al tipo de sombrilla. Para sombrillas estándar, normalmente basta con una base de 25 o 30 kilos, pero lo mejor es que preguntes a los empleados de la tienda para que puedan asesorarte según tus necesidades concretas.
• Revisa los anclajes con frecuencia: comprueba de manera periódica que los tornillos y mecanismos de sujeción de la sombrilla estén bien ajustados. Aunque una sombrilla de calidad aguantará durante muchos años, el uso continuado y la exposición al exterior pueden aflojar algunas sujeciones con el paso del tiempo.
• Inclina la sombrilla según la dirección del viento: si tu sombrilla es inclinable, aprovecha para orientarla de forma que el viento no impacte directamente sobre ella, inclinándola ligeramente para reducir el riesgo de vuelco.
• Ciérrala en días de viento fuerte: incluso con una base sólida y materiales de buena calidad, ninguna sombrilla está diseñada para soportar ráfagas intensas de viento. Por eso, en días especialmente ventosos, lo más prudente es cerrarla para evitar accidentes.
• Añade refuerzos si es necesario: en zonas especialmente ventosas, puedes incorporar pesos extra o sistemas de sujeción complementarios, como correas o tensores, que aumenten la estabilidad sin afectar a la estética.

Errores comunes al sujetar una sombrilla que debes evitar

Para acabar, vamos a contarte cuáles son los errores más habituales a la hora de sujetar una sombrilla, para que puedas identificarlos y disfrutes de tu terraza sin imprevistos:

• Usar una base demasiado ligera: se trata de uno de los fallos más habituales, ya que si la base no tiene el peso suficiente para el tamaño de la sombrilla, esta puede moverse o volcarse con más facilidad. 
• Colocar la sombrilla sobre una superficie irregular: un suelo inclinado o que no sea uniforme impide que la base se sujete correctamente, afectando al equilibrio de la sombrilla y aumentando el riesgo de caída.
• No ajustar bien el mástil: dejar el mástil demasiado flojo o no encajarlo bien en la base puede provocar que se desplace con el viento o incluso que se dañe el mecanismo de sujeción.
• Elegir materiales de baja calidad: optar por mástiles de plástico o por telas de poco grosor contribuye a que la sombrilla se deteriore con más facilidad, por lo que tendrás que sustituirla antes.
• No cerrarla cuando no se usa: dejar la sombrilla abierta durante la noche o en días de mucho viento acelera el desgaste del tejido y aumenta el riesgo de que se caiga o se vuele.
• Usar sistemas de sujeción improvisados: recurrir a cuerdas, piedras o pesos caseros puede ser ineficaz e incluso peligroso, ya que este tipo de soluciones no están diseñadas específicamente para sombrillas y pueden dar lugar a accidentes.